Queridos hermanos! Dulces y bellos seres de luz!
El momento ha llegado, el momento está aquí. Trascended vuestra divinidad, reconoced vuestra esencia, hallad el equilibrio entre vuestra terrenalidad y vuestra espiritualidad porque el momento tan ansiado por todos vosotros finalmente está aconteciendo.
Todos notáis como la energía está vibrando a una velocidad de vértigo, incotrolable, debéis amoldaros a ella tal y como está haciendo el planeta Tierra, de ahí todos los cambios que observais especialmente los meteorológicos.
La Madre Tierra también está sintonizando su energía con la nueva energía entrante, la energía que nos unirá a la quinta dimensión.
Sed pacientes pero no dejéis de perseverar en vuestros intentos. Pronto lo conseguiréis porque así está escrito.
Todo lo que tenga que pasar, pasará. No debéis tener miedo porque vosotros decidisteis encontraros en este momento tan privilegiado.
Disfrutad de todo lo que os acontezca de ahora en adelante porque será tan intenso que vuestra mente no acertará a comprenderlo, a darle una lógica. Así debe ser porque la Era del corazón y de la luz ha llegado y en esta Era el papel de la mente está en un segundo término. Ahora debemos disfrutar de lo que nos rodea sirviéndonos de los sentidos, de los seis sentidos, especialmente de la intuición porque ha estado durante mucho tiempo aletargada, dormida, dejando paso a la mente.
Es el momento del cambio, el momento de tomar decisiones, el momento de ser valientes y demostrar cuanto hemos crecido y evolucionado.
Nadie va a juzgarnos, nadie en absoluto nos pedirá cuentas tan sólo nosotros somos nuestros jueces y, en algunas ocasiones, nuestros verdugos. Debemos ser tolerantes y flexibles porque todo es posible y todo cabe, incluso la duda y la equivocación porque en ellas radica nuestro aprendizaje y “por ende” nuestra evolución.
Somos seres de luz perfectos con todas y cada una de nuestras humanas imperfecciones, aprendamos a convivir con ellas porque ellas también nos hacen especiales y diferentes y, sin ellas, no sabríamos cuan perfectos somos en realidad pues estamos hechos a imagen y semejanza del Divino Creador.
Queridos hermanos, soy Jesús el Salvador y a través de estas palabras quiero haceros saber que estoy con vosotros, a vuestro lado, arropandóos, no os sintáis solos y desvalidos, todos estamos con vosotros, vuestros guías, vuestros ángeles, vuestros maestros, todos y cada uno de nosotros se encuentra en sintonía con vuestro Yo Superior, tan sólo debéis fluir con vuestras emociones y sentir cuan mágico y bello es ser HUMANO. Disfrutad de vuestra estancia porque es un privilegio pasar por ella para aprender, para relacionaros con otros seres de luz que desde su amor más profundo van a inflingiros dolor para que podáis evolucionar experimentando el perdón y la gratitud.
Sed conscientes de cuan importante es el momento que estáis viviendo y grabadlo bien en vuestra memoria, en vuestra sabiduría, en vuestros registros akáshicos.
Mi Madre cuida de vosotros más que nunca, os arropa y cuida, os protege con su blanco manto, invocadla y sentidla porque está ahí, a vuestro lado, portegiéndoos y amandoos.
Sentid la presencia también del Divino Padre Celestial que os manda sus rayos de luz Divina para que vuestra propia luz brille aún más.
Queridos hermanos, dulces y bellos seres de luz, os amo como nunca os he amado y estoy con vosotros. ¡Os quiero!
Mensaje canalizado por Montse Macanás el martes 9 de abril de 2013 a las 22:48 horas.
Se permite compartir este mensaje en otros foros, blogs, etc., siempre que el mismo se muestre en su totalidad, nada sea modificado o alterado y se cite el nombre de la fuente de la que procede. Gracias por difundirlo.
Comments